Activación de superficies

El método más utilizado para preparar objetos de plástico para la impresión directa, el pegado o el lacado es la oxidación mediante llama de gas.

A la alta temperatura de la llama de gas, las partículas de oxígeno se descomponen en átomos de oxígeno libres; además, los gases de combustión contienen moléculas activas de carbono y nitrógeno, electrones libres e iones con carga positiva. El plasma gaseoso resultante tiene una densidad y una energía de electrones menores en comparación con la descarga corona, pero su flujo másico es mucho mayor.

La interacción de la llama se determina mediante cuatro parámetros, cuya selección adecuada garantizará el mejor resultado de activación:

· Composición de la mezcla: relación entre la cantidad de aire y la cantidad de gas

Para que la llama de gas tenga propiedades oxidantes, la combustión debe realizarse con un exceso de aire (mezcla «pobre»). El exceso de aire debe ser del 3-5 %.

· Potencia térmica del quemador

La potencia térmica del quemador está estrechamente relacionada con su diseño y la composición de la mezcla: una potencia demasiado baja del quemador puede obligar a mover el objeto demasiado lentamente, lo que puede provocar su sobrecalentamiento.

· Distancia entre la superficie a tratar y la parte activa del quemador

La zona de mayor impacto se encuentra entre 10 y 12 mm de las puntas azul claro de la llama. Al aumentar esta distancia, se entra en una zona de menor impacto. El contacto de la superficie preparada con las puntas azul claro de la llama provocará un empeoramiento del efecto.

Ámbito de influencia efectiva

· Tiempo de impacto

El tiempo de impacto debe ser lo más breve posible. Un tiempo de impacto demasiado largo puede dañar la superficie del objeto. La superficie brillante puede volverse mate y la superficie mate puede volverse brillante.